RETOS EN LAS COMPAÑÍAS: LÍDERES TÓXICOS
Manfred F. R. Ket de Vries, psicoanalista y profesor de Desarrollo de Liderazgo y de Cambio Organizacional, plantea en un trabajo publicado por Harvard Business Review, que los ejecutivos en ocasiones sufren determinados desórdenes de personalidad, y al ocupar puestos con poder pueden crear organizaciones disfuncionales -en las que todos se sientan desgraciados-. En el artículo asegura que aunque algunos directivos no van cambiar, otros, con las intervenciones adecuadas, pueden superar o limitar sus efectos.
Describe cuatro tipos de líderes tóxicos:
EL NARCISISTA. Se encuentra con más frecuencia en los niveles altos de las organizaciones. Son egoístas y desconsiderados, demandan demasiada atención y persiguen el poder y el prestigio a cualquier precio. Para hacer coaching a un narcisista se debe evitar plantear algo que pueda considerar como un ataque a su delicada autoestima. Es preferible afianzar su autoestima en unas bases sólidas, no destruirla.
Debemos expresarles respeto y admitir su necesidad de ser reconocidos. Aunque no debemos reforzar sus grandiosas auto-percepciones. Mostrar empatía, en un inicio, para ganar su confianza y para que podamos comenzar a enfrentarle paulatinamente con sus comportamientos disfuncionales.
EL MANÍACO-DEPRESIVO. El trastorno bipolar es otra patología psicológica que puede afectar a los ejecutivos. Aunque pueda variar en intensidad hasta casos muy leves pueden destrozar las vidas y las carreras profesionales de los afectados. Con el tratamiento adecuado responden muy bien.
Uno de los retos con los que se va a enfrentar el coach es lograr que admitan que tienen un problema. En este caso el mejor enfoque es el contrario que el utilizado para el narcisista: hacer que los maníacos-depresivos se enfrenten a la realidad de sus relaciones con los demás y trabajar con las personas sobre las que influyen sus comportamientos en crear una nueva estructura en la que éstos puedan desenvolverse con seguridad.
EL PASIVO-AGRESIVO. Este término describe a una persona que expresa pensamientos negativos indirectamente y huye de las confrontaciones. Van por el mundo con una conducta acomodaticia pero que resulta obstructiva de forma indirecta. Tiende a usar la ineficiencia y los despistes para evitar cumplir sus obligaciones. Aunque si se les presiona se pueden convertir en disfuncionales cuando no se sienten agobiados pueden producir trabajo de alta calidad, lo que explica que algunos lleguen a ocupar altos cargos directivos. Ellos son normalmente las principales víctimas de sus comportamientos. Los pasivo- agresivos necesitan resolver su hostilidad ante las figuras de autoridad. Para ayudarles a hacerlo el coach tiene que fomentar la transferencia. Si ven al coach como una figura de autoridad pueden mostrarle su enfado.
EL DESCONECTADO EMOCIONALMENTE. Los tres casos anteriores implican a ejecutivos que pueden ser problemáticos pero también carismáticos. Pero en este cuarto tipo de patología la falta de sentimientos más que el exceso de los mismos es lo que ocasiona las dificultades. Pueden tener éxito en organizaciones muy burocráticas en las que la rutina es la norma, en otro tipo resultan un fracaso ya que son incapaces de inspirar o motivar a los demás. Normalmente no suelen ser personas atractivas por lo que un riesgo al hacer coaching con ellas es que llegan a aburrir al coach. El reto es conseguir que reconozcan y reaccionen de forma apropiada ante sus emociones.
En su trabajo ‘El narcicismo y los líderes tóxicos’ el Teniente Coronel (retirado) del Ejército de EEUU, Joe Doty, explica por ejemplo que la milicia de su país recientemente presentó un estudio, el cual informaba que 80% de las encuestas efectuadas a oficiales y alistados habían observado a líderes tóxicos en acción, y que el 20% había trabajado para ellos. Este problema no es nuevo, inclusive hay varios estudios de investigación realizados en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de América sobre este tema.
La expresión líder tóxico se empezó a usar en los estudios de comportamiento organizacional y liderazgo a partir de 1996, año en que se publicó el libro ‘Toxic Leadership: When Organizations Go Bad’, de la Dra. Marcia Lynn Whicker.
REFERENCIAS:
‘Coaching toxic leaders’. Harvard Business Review de by Manfred F. R. Kets de Vries: https://hbr.org/2014/04/coaching-the-toxic-leader
‘El narcicismo y los líderes tóxicos’. Teniente Coronel (retirado) Joe Doty, Doctor en Filosofía, Ejército de EUA y Primer Sargento Jeff Fenlason, Ejército de EUA
http://usacac.army.mil/CAC2/MilitaryReview/Archives/Spanish/MilitaryReview_20130228_art012SPA.pdf